Nuestro corazón se manchó por el pecado, y eso es un problema que no podemos erradicar por nuestra cuenta. Sólo el Señor puede ayudarnos.

En esto conocemos el amor, en que Cristo dió su vida por nosotras, aún cuando eramos sus enemigas, estando muertas en nuestros delitos y...

Ten fe mi hermana, sus promesas son fieles y verdaderas. El Padre ha de suplir todo lo que estamos necesitando.

En este tiempo de aislamiento momentáneo, la preocupación, el afán, están a la puerta. Entonces ¿Qué haremos?

Cada vez que nos exponemos a su Palabra, sin duda habrá un efecto que producirá en nosotras ¡Seremos transformadas!

¡Gózate! Si, yo sé que naturalmente eso es imposible, porque no nos gusta ser probadas. Pero entonces ¿Qué haremos?